domingo, 28 de noviembre de 2010

Luis Goytisolo y su hermano y los recuerdos.

Hola a todo el mundo! No he podido soportarlo y he empezado un nuevo libro. Luis Goytisolo. Placer licuante. Mi 2 en tu 5

Aun así, en cuanto vuelva a Barcelona lo dejaré aparcadito, a no ser que me lo haya acabado, cosa que dudo porque tengo diversas citas planeadas para estos dias, en la estantería de mi habitación. Sí, para continuar intercambiando soledad por calor con mis vocales.
Echo de menos a mi protagonista, el pequeño canalla. En nuestro último encuentro él hablaba, citando al escritor de la 6, de la infinidad de unas piernas de mujer. Yo trasncribía esa misma tarde noche en el tren algo sobre la invisibilidad de los cuerpos y las guerras (muy hemminway sí) inspirada en las portadas de los libros que había visto en manos de dos chicas esa misma mañana en el metro.



Y le decía:

- Franz, pedimos un bikini o un mixto? estamos en cataluña o en Valencia?

Y él que si pedimos los dos y coofe and tv y yo que si soy más de la música de oasis, unos nazis que apoyaron la guerra de Irak.


- No sabes nada

- Mira, a mi se me sacan los colores, no de quicio. Voy a pedirme un zumo tropical, tú haz lo que quieras.

Y así pasaba´y no volví a verle en el resto del viaje. Una pena porque mi prota es lo más de lo más. Es probablemente mejor que su colega el escritor de la 6. Es todas las manos, fetiche suyo entre otros tantos, que no han tocado los libros que acumula en su maleta. Es los ojos de todas las mujeres que no han admirado su colección de sombreros y las mentes de todas las personas que no han ordenado sus caóticos pensamientos. Y yo soy el escritor de la 6 pero en joven inexperta, obviamente, y pienso, como dice la doctora a David en Mantícora, que nadie ha sido como yo hasta ahora y menos alguien más joven.
Porque él es más joven que yo, my friends, aunque no os lo parezca. Y a mi eso me revienta un poco. Es físicamente más nuevo -que nuestros visitantes pueden asociar a más limpio- le han tocado menos manos, por seguir con sus fetiches y complacerle un poco. Podría decir, también, aun arriesgandome a cambiar el argumento, que le han besado menos bocas.
¿Y cómo va a ser un personaje de novela bizarra más joven que tú?- os preguntareis si todavía seguís leyendo- Bueno, ¿Por qué, como diria Sam Cooke refiriendose a Dylan, un tipo blanco compone canciones de negros?
Pues a Samy le asesinaron y Bobby sigue vivo. A mi también estuvieron apuntito de caramelos de matarme "I nearly die" . Pero Dylan cumplió el testamento de Sam y fue digno representante en la tierra, dándonoslo a conocer de las mejores y más canallescas formas. Yo, aunque no sé a quién, más bien a mi misma, también me hice una promesa, "vow" que algún día me tatuaré en la parte interior de mi muñeca.
Y aquí estoy, sigo viva. Sam, Dylan, Young, Cohen, los Morrison, Stipe, Coltrane, Baker, Curtis,Cash, Williams y tantísimos otros me fueron sacando las balas poco a poco, de una en una y sin anestesia. Mi colgante ahora roto les rinde homenaje.
Unos extrajeron las balas pero en realidad son otros, los protas y secundarios de mis novelas los que limpian las heridas con alcochol barato para que puedan cicratizar. Porque, señores y señoritas, chavales y caballeros, me ofrecieron curarme con joyas. Me ofrecieron curarme con poemas. Me ofrecieron curarme con margaritas and that's no my name. Me ofrecieron la sangre de cristo, me ofrecieron redimirme, me ofrecieron rezar.
Me ofrecieron tocarme con sus discografias, "dancing with myself" También esto me ofrecieron algunos sabios: déjate ir, déjate llevar.
Yo dije "está bien por un rato" y luego decidí seguir bailando con las radios y capturando mariposas.
- Por fin Lynd está en una época dorada- susurró Franz de camino al bar del tren cuando casi estabamos llegando haciendo referencia a la peli que ya había terminado.
No le contesté. A mi se me sacan los colores, Franz, no los colmillos. Yo no vi a mis padrs correr en busca del dorado. Yo también quise ser Larry Hooper- otro protagonista de los hombres que susurraban a las cabras- una escritora fracasada. Pero lo que son las cosas; he acabado siendo una niña afortunada que adora a los Jedis y todavía lleva sombreros.
Muy mal deben haberme ido las cosas para ver arcoiris en lugar de tazas de ojalata para ver almohadas dónde hay peluches. Mezclas y grises dónde es o todo o nada.
¿Qué respondes a eso, canalla? Lo olvidaba, estás en el bar pagando por una cerveza y susurrándoles a las camareras e inventando historias.

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