martes, 1 de marzo de 2011

Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven.

He hablado con un coleccionista de piedras. Es como haber hablado contigo. Todos mis amigos están casados, dijiste. No me afeito, reiteraste. Me he acostado vestido, ¿es que no lo ves? soy un puto vago, nena, es más, he ido a currar con la misma ropa que ayer. Pero baby, contesté, I am not as pretty as those girls in magacines. Vamos a jugar a un juego, démonos motivos para no querernos, ambos tenemos a montones. Y todo el daño que hemos hecho a nuestros ex amantes gratuitamente y todos los tumores que arrastramos. Se palpan cuando hacemos el amor y nuestro sudor se enfria y me cubres de blanco. Me acabo aburriendo de todo, dijiste, me aburro de mi ropa y mi rostro viejo, me aburro de las niñas y de las camareras y de todos ms trabajos. No sé estar, reiteraste. A veces, mis buenas rachas surgen de una idea, una imagen, una sola frase que me invade de repente hasta convertirse en una obsesión. Y luego me quedo huerfano de sentido. Pero cielo, contesté, yo también quise rescatar a mi familia de la miseria y ser amada por Johnny Weissmuller. Te adivino, mi querido coleccionista de piedras. A veces te amas tanto que eligirías Suiza para morir y a veces te odias tanto que saltarías de los puentes. Vamos ajugar. Dime en que piensas: En obreros en el tejado, contestaste, con torsos desnudos y manos ocupadas en martillos y tejas rozando las nubes con su pelo. Me gustaría estar allí arriba, ayudarles a reparar el tejado, mantener una conversación, beber una cerveza, encenderme un cigarrillo, mirar el mundo con ojos de semidioses, desde ahí los problemas de la gente deben ser pocos y humildes, ¿no crees, nena? Y escribiste: motivo 1=escasas aspiraciones ¿Sabes en que pienso yo? Bogart entrando en un piso en aquella película. Se quita el sombrero, lo lanza contra el perchero y allí queda colgado. Yo quiero un sombrero para lanzarlo una y otra vez hasta encajarlo así en un perchero. Llegará un momento en que no falle y ejecute el gesto de Bogart con exacta precisión y así mis manos volverán a ser unas manos útiles y diestras como las de tus obreros. Y escribo motivo 1: demasiadas aspiraciones.