martes, 30 de noviembre de 2010

Del amigo Arthur y demás detalles sin importancia

Volver sin la frente marchita es bonito. Let's follow the cops back home...
Un hombre dice:
- Vas rastreando el pañuelo
Sí señor, como los perros-he estado a punto de contestarle antes de advertir su edad-
Es bonito rabalear y tomar café donde siempre, aunque para mi "siempre" no tiene un solo nombre de un solo bar. Y escuchar "Carolina in my mind" mientras Jose cuenta que ha rescatado un móvil blanco de una chica olvidadiza-que podría ser su hija pero esta vez no lo es- y yo me planteo eso del "turismo de salud física" porque mentalmente, ya os comentaba en días anteriores, soy una chiquilla + estable emocionalmente que la mayoría y perdón si sueno prepotente, no es mi intención.
Y es genialmente bonito leer "Mi 2 en tu 5" y conocer a Máximo amor y a la señorita Maica que cosas de la literatura se apoda H, como uno de mis también apodos. Lolita, tú podrías ser mi G.H perfectamente. "Sweet little girl"
Y me doy cuenta de que "los chicos" no parecen haber cambiado nada. Siguen igual de hábiles en la cocina, no tanto en el manejo de cerraduras.
Yo quise divertirme con ellos. Soy una cria muy juguetona y quise tenerlos por cómplices de mis travesuras no imaginarias. Ahora entiendo, como dice Cohen en "so long Marianne" You left when I told you I was curious. Pero yo nunca dije que fuese valiente.
Y prueba de mi falta de valentía es que anoto las frases de Schopenhauer refiriéndose al SIDA. Frases del miedo. Y por momentos necesito volver a vincularme a todos ellos y que me vuelvan a hacer la prueba y que me den sus remedios (¿era realmente un médico quién me diagnosticó, lo fué alguna vez en su anterior vida? Nunca lo sabré) y todos sus falsos diagnósticos cardiologicos o no.
¿Qué será de ellos? Qué haceis ahora, chicos de ojos azules, chicas de ojos de vidreo. ¿Me dejarían ir si volviese a pedirselo? Por favor, hoy duermo en tu casa. ¿Y dónde estarán durmiendo ellos ahora? ¿Y donde están mis compañeros de la quinta ahora?
Es bonito volver pero me faltan fuerzas para ver y leer esta exposición, para bailar con las radios. La pregunta es si llegaré algún día a ese 100%. ¿Llegaré a cantar, aunque sea sola, el "so long Maryanne? La pregunta es si volveré, aunque sea sola, a otro concierto en el que Cohen a ser posible no se desmaye, con yeyé.
Y que lo abra con "dance me to the end of love y alguien me diga:
- Hola, bird on a wire, soy quién rescató tu libro de Schopenhauer y leyó la dedicatoria y te encontró por casualidad.
Entonces seré yo quién haga las fotos y escriba los versos y lo proclame en voz alta, que "el amor es la compensación de la muerte, su correlativo esencial"

No hay comentarios:

Publicar un comentario