domingo, 23 de enero de 2011

Yo (me) amo. Terapia de vuelta a casa




No hay nada como venirse a casa cuando se y os necesita. Y volver habiendo recargado pilas, que la venida sin ningún tipo de retraso, oye. Eso sí, no pude leer-mucho que corregir, darlings- y por poco, y eso después de ahogarme literalmente para no perder el tren-cómo odio el pasillo de sants estació, me quedo sin asiento. Sí sí, que aparezco yo toda cargadísima con maleta y cartera y con mucho calor que tenía después de la carrera y resulta que hay dos maris con asiento 3A (el mío era 3B). Una de ellas, despistadilla, que tenía asiento de primera y le apetecía codearse con los curritos, que ya sabemos que somos más majetes, el pueblo llano. Y cómo no hice una coleguita, muy maja ella, comentando conmigo sobre el sistema educativo y otras lindezas, todo a raiz de mi concentración corrigiendo controles, con zumito de melocotón al lado, fresquito y rico, que ya estoy pensando en el que voy a beberme ahora a la vuelta. Una vuelta con una sonrisa en la cara esperando que no nos pongan la saga crepúsculo esta vez y viendo a ver si tengo un rato para empaparme de Serge, que un Domingo por la tarde apetece y mogollón. Je t'aime, mon amour....mai non plus

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