martes, 4 de enero de 2011

por la lectura de la prensa en los autobuses


Ha sido argumento de muchas novelas, clásicos ahora de culto, llevados al cine. Los grandes ya lo decian. Rosa Montero bien lo sabe y nos lo recuerda http://www.elpais.com/articulo/ultima/mercado/elpepiult/20110104elpepiult_1/Tes en fechas que llamaré: "momentos punta"

Aunque si lo repienso, lo de que "el mercado va paralelo al deseo" diría que cuando hablamos de la "necesidad de soñar" y la confundimos y la transformamos en la necesidad de aparentar, todo son, mas que momentos, horas punta.
Que estamos permanentemente queriendo y fingiendo ser, amigos. Que los publicistas se frotan las manos y los jefazos de los mercados también, y claro, la navidad, como las fallas, se llenan de hastio y se pervierten porque nada se salva-oh my god- de las garras de este circo "friqui-humano" que le llama la Montero.


Digo "nada" pero nótese, my darlings, my sexy things, que no digo "nadie" I believe in miracles, where you from? Pues eso. Nunca digáis este cura-y perdón por la ironía- no es mi padre. Releeros el "No te salves" de Bennedeti como terapia y por favor, haced caso a Mafalda cuando dice "verás que divertido es ir desentonando con todo el mundo" o a la Pantoja si lo preferís y sonreid.
"Dientes, dientes" Porque es el humor y la risa; y esto también lo decían los grandes, lo único que se me ocurre puede mantenernos vivos. Vale, también el sexo, ya lo sabemos nosotros bien, con lo que nos gusta. O la risa y el sexo, todo en uno! vamos a reirnos hasta de la escasa frecuencia- en comparación con lo que soñamos- con la que echamos un polvo.


Yo, personalmente, si pienso en el mercado-tienes razón, Rosa- pienso en deseo, bien es cierto que el Mercat de San Antoni me lo produce. Pienso, o me viene más bien, el hambre cuando paso por La Boquería. Y se me despierta la nostalgia necesaria cuando paseo por el Mercat Central. Además de deseo, hambre y melancolia de la buena, también el mercado me va paralelo a un deseo, esta vez excitante, maligno, prohibido. ¿Es lo que tiene el mercado negro, no?
No sé vosotros pero yo en otros mercados prefiero no pensar mas de lo estrictamente necesario, al menos de momento.

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