miércoles, 5 de enero de 2011

sobre los Reyes Magos

El 6 de enero se celebra en el orbe cristiano la Epifanía de los Reyes Magos, es decir la revelación de Jesucristo ante el mundo pagano.

Según la tradición tres sabios de Oriente adoraron a Jesús ofreciéndole regalos simbólicos, a saber: oro como a un rey, incienso como a un dios y mirra como a un hombre. Pero en ningún lugar de la Biblia se menciona el número de estos sabios ni sus nombres. Esto vendrá con posterioridad. En el evangelio de San Mateo sólo se menciona que unos Magos siguieron una brillante estrella para adorar al Niño Jesús.

El primer sitio donde aparecen los nombres de los Magos según los conocemos hoy en día es en la iglesia de San Apolinar Nuevo de Rávena.

En estos mosaicos de mediados del siglo VI aparecen los tres ataviados a la manera persa (por eso de que venían de Oriente) y tocados con un gorro frigio (el mismo que llevará siglos después la alegoría de la República Francesa, cosas de la vida). En esta representación queda claro que la revelación hecha con el nacimiento de Jesús abarca a todos los hombres por igual, sean ancianos o jóvenes, ya que no es más que una representación de las tres edades del hombre (no se quejen las feministas, plis): un anciano de barba blanca, un hombre de pelo castaño y un joven imberbe.

Y ustedes me preguntarán... ¿y el Rey negro? Para eso tendremos que esperar hasta finales del siglo XV. Con la expansión del cristianismo por todo el mundo se hizo necesario hacer constar que el mensaje de Cristo era válido para todas las razas. A partir de ahí los Magos de Oriente no pasaron sólo a representar las tres edades del hombre, sino también las razas conocidas: Melchor a la europea, Gaspar a la oriental, y Baltasar a la africana. Esto lo veremos en el arte de la mano de pintores como Memling, el Bosco, etc.


En esta obra de Hans Memling de finales del XV podemos ver ya a un Baltasar negro, y cómo se ha seguido representando las edades del hombre.


2 comentarios:

  1. Esos gorritos son super monos. Yo quiero uno para mi!
    Baltasar es el preferido de casi todos los nanetes, para que luego digan...y yo me acuerdo de cuando iba al circo y luego a la cabalgata y le decía a papá y mamá que´los reyes habían adelgazado. Ellos contestaban que normal, que habían trabajado mucho desde entonces y yo me lo creía y seguía cogiendo caramelos del suelo (porque las pelotas siempre se las llevaban otros más altos y fuertes que yo)

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  2. A mí me extrañaba que cuando volvía a casa después de ir a la cabalgata de mi pueblo, fueran en otras cabalgatas que veía por la tele (y que fueran totalmente diferentes). También me chocó ver una vez a un Baltasar con botas de goma.
    Por cierto, mi favorito era Gaspar.

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