lunes, 3 de enero de 2011

Veo veo-quéves- poesía

No sé lo que hacía Francisco Mateu en los años 60. Se que mi no-tio Arturo fue la segunda persona que me cogió en brazos al yo nacer y más o menos así, igual que se eso se que Francisco Mateu fue el primero en compartir con mis padres su condición de novios.
Me lo han contado de muchas maneras pero yo lo que veo es a mi madre, ataviada con sus peores, mejores -para mí, para mi padre en ese momento- galas diciendo jose, dónde me has traido; y con una cara de esas que marcan un punto y aparte para todos los allí presentes que miren, como se mira un libro o como se ve una obra de teatro del estilo "the rocky horror picture show y en ese caso, con la sensación que mi padre debió sentir ya de antemano, como siento yo con la citada obra, de que nada volvería a ser lo mismo después de aquello

Pues fue, ladys, gentlemans, Francisco Mateu quién les recibió y sirvió porque esa noche ejercía de camarero en el que ahora es su restaurante y como si fuera el restuaurante de mis padres y como si fuera, que es, el preferido, el restaurante y Francisco Mateu, de la familia. Él en los 70 además de camarero era poeta pero entonces mis padres y mucho menos yo lo sabíamos, todo lo que se esconde detrás de esa delgadez y calidez que no han cambiado nada, según ellos dicen y yo me creo y voy comprobando.

Ahora lo sabemos porque Francisco Mateu ha editado un minilibrito de poemas y además porque siempre, ya desde hace tiempo, nos regalaba uno a mi y uno a mi madre, escritos a pluma, con tinta negra en folio sepia. Conservo todos y cada uno y mis preferidos están escritos en las libretas que guardo en el cajón de guardar libretas.
El título del libro es "PoemasExtndeDVersion XXL".
Mis padres siguen juntos, volvieron allí la última noche del año y volveremos, los tres, por el cumpleaños de Jose (y puede que nos sirva la hija de Francisco, como las últimas veces) porque los momentos especiales se comparten con personas especiales en lugares especiales y si es con comida especial y poemas, agárrate, manolín.

Os dejo con un trocito del prologo porque las cosas buenas, no siempre, pero a veces, otras no, se hacen esperar:

"Los poetas también envejecen. Es un hecho tan obvio como crucial que a veces olvidan los propios interesados.Ocurre que un día el poeta se percata de que van siendo insostenibles sus denominados intentos de perpetuarse en ese estado de inmadurez permanente que tan buenos frutos líricos rinde. Ese inevitable paso del rubicón suele sumir al poeta en un interminable estado de melancolía que intenta disipar de muy variadas maneras. Francisco Mateu, que es el caso clínico que nos ocupa, lo hizo dedicándose a sodokus en lugar de a haikus. No sirvió de nada, de modo que volvió finalmente a la poesía.

Nada raro, por otra parte, lo habitual a partir de ciertas edades, cuando el cuerpo ya no produce tantas cantidades de ese líquido sinovial que lubrica las articulaciones de la vida. Todo esto no significa, sin embargo, que el poeta haya renegado de su tan inquebrantable como, a tenor de los hechos, injustificable fe en la capacidad del amor, sino para cambiar la vida, sí para distraerla. (...)

Pero es que el poeta ha conseguido, con los años, saber cada vez menos de más cosas. Y jura y perjura que no cejará hasta lograr, por fin, no saber nada de nada"


pd. El prólogo es de Marc Borrás
pd2: Enjoy.

1 comentario:

  1. F, si lees esto, sepas que vamos a inciar la operación: decorando nuestros rincones, osea, vas a tener que darme clases de cómo manejar la configuración porque no sé tú, pero yo he leido mucho desde Miau y además noto que nos falta un poco de color en forma de "secciones nuevas"

    pd. No te olvides mañana de la cámara de fotos!

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