sábado, 25 de diciembre de 2010

Reencuentro con mis personajes (2)

Empiezo a estar muy cansada, mis perlas, de eso de "el amor duele" Ay, cuan dramáticos somos, cuanto Curtis, Cobain y Morrison hemos escuchado en esta vida y cuánta falta nos hacen Los Ramones.
Me canso. Que te dejen duele, sentirse solo duele, sentirse traicionado duele. Sentirse no querido, vale, también duele 'cause people need love. ¿Pero el amor? ¿Que no se supone que adoramos todos tantísimo a los Beatles? Love is all we need!

Me aburro; la palabra es aburrida."Ay chica, es que tu no crees en el amor" me dicen. "Mari, cuando se está enamorada no se fija una en otros hombres". No señoritas. Cuando se quiere a alguien suele pasar que uno se quiere a si mismo. Y si os apetece tiraros al tipo de enfrente, ese que comparte número de coche y tren con vosotros; y sentaros encima suya y restregaros como gatitas y que todos lo vean. Y si luego os apetece, acto seguido eh, tal cual, hacer lo propio con el tipín que os habeis cruzado en la cafetería...sí, llevarle al baño y bajarle los pantalones. Pues no es mala señal preciosas mias, todo lo contrario.
¿Pero le estoy siendo infiel? Pfff-suspiro de aburrimiento. Infiel, qué palabra más fea. ¿Infiel a quién? Porque espero que cuando la pronuncéis sea para referiros a vosotr@s mismas y hacer un poco de autocrítica. Cambiadla por su opuesta entonces y dibujaros una sonrisa en la cara.

Me aburro y cuando eso pasa echo de menos a Máximo y Maica, a Ruiz Tagle, a Richard, Puerta y Cazadora en Neverwhere, a Ignatius y a Lucio y al Bunny de Nick Cave, a los monjes esclarecidos y a la guardia de Prattchet, a los mendas de ordinaria locura de Bukowski, a Corto, a Sandman, a los protas de las historias de Vian y Hesse y a los de Goytisolo en "para vivir aquí" y a la Ana de Bolaño. Y no me olvido J.D Salinger, a mi sí me gusto el guardian entre el centeno.
¿Vosotros echais de menos a Shopenhauer? Porque yo ni de coña. Y sabes, Elefante, que he leido a Shopenhauer. Debería estar bastante perdida y triste, como cuando me empaché de Pessoa. Debía tener mucha rabia dentro, como cuando conocí a Chomsky- no sé si él se enamoro de mi-

Cuando me aburro echo de menos a Franz y al escritor de la 6 pero sobretodo a Franz, que disparó en su infancia a gorriones con una escopeta y aunque recuerda haber alardeado de su puntería no recuerda haber tocado nunca con sus manos el cadaver de un pájaro. Porque el cadaver de un pájaro en las manos, dice, "tiene que ser una cosa tristísima, como los viajeros que esperan de noche en los andenes de la estación"
A Franz, por si no se ha notado, que seguro que sí, no le importa lo que la gente cargue en sus maletas. Le replica al de la 6 que "eso es cosa de ellos, los escritores, no de borrachos como él". Le dice que todos transportan lo mismo "su patria, su pasado"

Luego, ese derrotismo se le pasa, como a mi el aburrimiento.

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