jueves, 9 de diciembre de 2010

entonces acuérdate de lo que un día tu escribiste pensando en ti como ahora piensas...

Y a mi me parece denigrante la facilidad con que se denuncian unos falsos abusos sexuales, tanto o más que el abuso real, como hecho. ¿Cómo es posible, mamá? ¿Pero en que mundo crees que vives, hija mía?- me contesta.

Vale, no es pecado que me guste el mundo en el que vivo pero sí lo es no indignarse ante tal situación, al menos para mi, presumid de inmunes si os place, colegas, de baqueados de la vida, pero yo lo de quedarme indifierente, así, como si pasase un bichito del aire, ante ciertas cosas lo llevo todo lo buenamente que puedo, que es regular.

Y tienen razón en el fondo e incluso en la forma, papá y mamá. No puedo volver a vincularme, a compañías perjudiciales, a horarios canallescos, a malas gentes que en el fondo sigo sin ver tan malas, lo mismo porque yo me siento, también, una mala compañía en muchos aspectos y todavía. Qué le vamos a hacer, tiempo al tiempo.
Mi receta dice: perdónate a ti misma. Los que me quieren dicen: Lo seguimos haciendo, a pesar de los pesares, tendrás amor, tendrás amigos.
Y como quiero aprender idiomas que me permitan traducir todas las palabras para Julia que me encuentre por ahí y contarlas. Y como se que lo haré, pero muy poquito a poco y para mi little Elephant y los visitantes que quieran pasarse. Como se eso pero no lo se todo, give me time, os lo digo y "me" todas las mañanas, café con leche (en taza de revolver, The clash o en taza básicamente a ser posible) y cigarrillo en mano

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