miércoles, 1 de diciembre de 2010

Ida y vuelta al cole (I)

























Se que algunos han asociado mi ingreso a mi delgadez. Son los mismos que me miran con distancia y cierta pseudocompasión. Pero ni yo-ni vosotros espero- les culpo. Si sois medianamente inteligentes sabréis que es el sentimiento que surge cuando se es incapaz de empatizar con alguien y relacionarse de forma natural y espontanea, o vamos, todo lo natural y espontanea que la situación lo permita.


Y en el bar dónde como le tiemblan las manos al hombre que también bebe Nestea. Y yo me relacionaría de forma espontanea con él, pero no por una marca de bibida, eso sería una guilipollez absurda,sino porque forma parte de mi natural naturleza. Así era antes de ingresar y así lo seguirá siendo después.
Por eso los misos que sonrien sin hacerme justica son los mismos a los que no invité personalmente a tomar café en su día. Lo predije antes de que sucediera. Es guay que mola porque ahora no me duele. No ha cambiado nadie salvo ellos, mis nanetes, ellos lo han hecho tanto o más que los detalles de su barrio que seguro han apreciado:


Las nuevas galletas de nocilla en el bar, se las pedirán a mama.
El "pintor de todo" que se anuncia en rojo sobre blanco, se lo recordarán a papá como verdaderos pintores de su vida que son.


La vespa que ya es del todo blanca y mis uñas a las que todavía les quedaban ayer resto de naranja. La preciosísima Harley negra cuyo dueño no ha visto -o sí- el anuncio que predica: "casa para MOTOS GRANDES" Puede que sí lo haya leido y considere que su moto es "la merópolis" de Badalona. Un auténtico patrimonio de la humanidad.
Debería abrir ese debate con Edu y el chico del bar por cobrarme 7 euros exactos, regalarme más imanes de los reglamentarios y obsequiarme con piropos acerca de mi juventud y conversaciones sobre la ligereza de las decisiones. Sí, perlas. Las decsiones de aquellos que se hacen llamar "adultos"


Les diré también que mi enfermera lee a Bolaño. Ay! los detectives que yo conocí en una biblioteca, a parrafos, a trozos, desordenadmente osea mal conocidos. Parentesis: apuntar en la lista de reelecturas.
Seguimos: les confesaré eso a mis compis de sobremesa y les dejaré caer, sutilment, que se pasen a ver el musical de Jerónimo si tienen tiempo, que las ganas ya ls ponen sus hijos.
¿Sabéis? ellos son los futuros ecologistas, ellas las futuras feministas. Muejeres y hombres del futuro y vicebersa. Moveos también los padres "desdebaix", desde las mismisimas alcantarillas. Moveos con ellos, anda.
No seré yo quién os lo agradezca, qué va, chatos; serán los paisajes, las ciudades, los discípulos de García Marquez y su "cámbiate a ti mismo, antesde cambiar el mundo" y en general todos o en particular nadie. Según con qué par de gafas esteis por la labor de mirar el futuro.

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