sábado, 23 de octubre de 2010

un concierto

[Allegro] Cuatro por cuatro. Mi bemol mayor. Empieza toda la orquesta. Blanca, negra con puntillo y corchea. La misma nota, la tónica. En el siguiente compás un trino sobre el mi bemol otra vez, que dura una blanca. Sol negra, mi bemol negra y ya tenemos otro compás. Con un si bemol blanca, cuarta justa descendente desde la primera nota, la orquesta acaba de momento su intervención. En ese mismo compás, en el tercer tiempo, el protagonismo recae ahora en las trompas, que alternan disonancias, y sobre todo un fagot danzarín, que nada tiene que ver con el abuelo cascarrabias que todos tenemos en mente. Siguen con su juego unos compases, hasta que los demás miembros de la orquesta acometen otra vez con su intervención inicial, como si no pudieran estar callados. Y cuando calla la orquesta esta vez, lo que antes lo habían tocado trompas y fagot, lo recogen ahora dos maravillosos clarinetes, con las disonancias, y los violines con su canto festivo...
Y así sigue, maravillosa, esta música que me hace, como casi ninguna otra cosa, completamente feliz...
el trómpido animal

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