sábado, 11 de septiembre de 2010

Mare Tranquillitatis

En julio de 1969 el hombre posó por primera vez el pie en la Luna, ese satélite nuestro que vió por primera vez por un telescopio Galileo Galilei en 1610. Hace 400 años. Este sabio florentino fue el que contempló por vez primera los cráteres de Selene, y el que se "vió" que no estaba hecha de un cristal ultraterreno, como creían los pitagóricos.
359 años después Neil Armstrong bajó las escalerillas del Apolo XI en el Mare Tranquillitatis, el Mar de la Tranquilidad, una depresión lunar que era propicia para que se produjera ese primer alunizaje.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a que ahora también yo he bajado a mi particular Mar de la Tranquilidad. Si el año pasado cada momento de clase era un pequeño calvario debido a la idiosincrasia de mi alumnado, este año creo que voy a estar más tranquilo.
Y es que mi destino (un centro rural agrupado) se compone de tres centros con muy pocos alumnos y lo más importante: la figura del maestro aún tiene su importancia.

2 comentarios:

  1. La figura del maestro en general,no? Porque en particular tiene la importancia que nosotros le demos de puertas para dentro. Nuestra clase es nuestra clase, por algo curramos en la pública!

    11 alumnos en una clase?:) Me da que te vas a quedar ahí, en tu mar de la tranquilidad más vulgarmente llamado estado de felicidad (que se puede decir la palabra felicidad y nadie nos muerde) mucho tiempo más! Y yo que sabes que me alegro.

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